Disfruté convivir alguna vez con una religiosa de 87 años de edad, se llamó Judith Bernal: una mujer de una mirada chispeante, al encontrarla lo primero que había en su saludo era una amplia sonrisa y un trato especialmente delicado, de bondad y respeto.

Pese a su edad y sus dolencias propias de la misma edad, su hablar sereno y delicado, mostraban siempre su gran devoción por la vida. 

Quiero que te hagas esta pregunta de la forma más honesta: ¿eres una persona feliz?

Estoy segura que las personas en su inmensa mayoría deseamos ser felices, sin embargo, no estoy tan segura de que tengamos la claridad sobre a qué nos referimos.

La felicidad es una búsqueda pero también es un constructo en la experiencia en un viaje que todos los días vivimos, se cultiva a lo largo del tiempo y se manifiesta en la asimilación que tengamos de las experiencias humanas.

En este escrito quiero proponer explorar 3 claves fundamentales para reconocer a las personas felices, apoyándome en estudios recientes.

La Gratitud como Pilar Fundamental

Las personas especialmente felices tienen una conciencia diaria de la gratitud, nacida no necesariamente porque todas las cosas les resultan favorables, sino más bienla gratitud, como herramienta poderosa de transformación algunas veces de la queja, de lo que se considera es una carencia, una forma de transformar la frustración porque algunas cosas no resultan como se quieren tanto en la vida privada como en la vida laboral y social.

Según un estudio realizado por Emmons y McCulloug (2003), las personas con un alto nivel de gratitud experimentan niveles más altos de autoestima, actitudes positivas y bienestar emocional.

Las personas felices manifiestan la gratitud a través del aprecio que tienen de las demás personas, una persona feliz puede tener más de 80, 90 o 100 años y su mirada apreciativa, está sostenida por una constante gratitud.

Son los pequeños gestos, las palabras amables y educadas, reconocer y agradecer lo que se tiene, lo que se logra, lo que se conquista, lo que se aprende en lugar de mantener la queja, la crítica o la actitud negativa.

La Importancia de las Relaciones Interpersonales

Hace unos años la universidad de harvard, realizó un estudio donde le dio seguimiento a grupos de personas a lo largo de 75 años, dicho estudio reveló que las Conexiones sociales son el mayor predictor de la felicidad y la salud a lo largo del tiempo. (Waldinger, 2015).

Quiero resaltar la importancia de crear Conexiones, es pasar de la superficialidad de conocernos, cuando de pronto no nos conocemos, la facilidad con que llamamos o somos llamados amigos-as, sin realmente serlo, o dar por sentado que como son nuestras relaciones humanas cotidianas, eso es lo que son y podemos hasta sentirnos medianamente satisfechos.

Conectar con las demás personas significa que las personas nos importan de manera genuina, sincera y sin poses.

Significa que reconozco que puedo aprender de todas las personas, que cada vez que dedico tiempo en conocerles y compartir de manera personal, estamos atesorando conexiones que a lo largo del tiempo se manifestarán en felicidad y salud porque nos dan un sentido de pertenencia, porque nos brindan apoyo emocional, espiritual y físico, porque reconocemos la importancia de la reciprocidad y comprensión mutua.

Crear Conexiones es encontrar espacios seguros en el corazón de las personas de nuestro entorno familiar, social y laboral.

En mis diálogos personales con Judith, ella me compartía de personas de su pasado que habían dejado huella en su vida, cuando dialogábamos conectábamos desde la mirada.

En una sociedad donde de alguna manera hacemos invisibles y nos hacen invisibles porque la relación queda reducida a los espacios de chats, mensajería o correos electrónicos, se hace importante rescatar la comunicación visual, gestual y verbal con toda la fuerza de energía afectiva y de energía creadora que significa, tener Conexiones.

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Te invito a recorrer y experimentar tu camino de transformación personalizado desde un enfoque holístico donde reconocemos que la persona es unidad de emoción, cuerpo, espíritu, mente, por tanto, un ser evolutivo, cambiante que para obtener salud integral necesita la visión completa de su ser.

Si quieres que te acompañe, agenda una cita conmigo.

La Actitud Proactiva ante la Vida

por último debo decir que una de las claves más evidentes y que reflejan a las personas felices está en la actitud proactiva que tienen ante la vida.

Son personas que se permiten no ser perfectas, son firmes y flexibles como el bambú, son serenas y claras, pueden comunicarse sin necesitar imponerse, exponen sus puntos de vista sin necesidad de resaltar su voz sobre la voz de los demás, reconocen y aprecian a las personas lo mismo que sus propios entornos, cuando tienen desafíos los enfrentan de manera positiva, buscando opciones, saben apoyarse en otras personas que poseen características que hacen contrapeso Asus propias debilidades o limitantes.

Destacan sin necesitar escenarios exhibicionistas, proponen sin necesitar bájale el piso a nadie, se enfocan en lo importante, en lo esencial en lugar de lo accidental, saben sonreír y también estar serias cuando las situaciones así lo demanden, su salud mental le es prioridad y le otorgan los espacios para nutrirla y fortalecerla cada día.

Las personas proactivas ante la vida, asume la responsabilidad emocional de sus propias vidas, por lo que asumen sus actos y responsabilidades de manera total si necesitan las excusas. Su mentalidad es constructiva, sin duda alguna son siempre aprendices a la vez que maestros-as.

En uno de mis diálogos le pregunté a Judith cómo había llegado a esa edad con una actitud tan positiva y responsable ante la vida, ella me contestó que a los 30 años era cuando debíamos fortalecer la virtud, porque la vejez me dijo entonces, no se improvisa.

 

En conclusión, las personas felices no lo han tenido sencillo, tomaron decisiones de ser la dueñas de su vida y sus procesos de transformación.

Como lo afirmara Carl Jung: “hasta la vida más feliz no se puede medir sin unos momentos de oscuridad, y la palabra feliz perdería todo sentido si no estuviese equilibrada por la tristeza”.

Estoy segura que si cultivamos estos 3 aspectos en nuestra vida y lo hacemos de manera consciente, nuestro bienestar nuestra salud mental, física y espiritual tendrán más brillo y se reflejarán en nuestro estado de felicidad lo mismo que en nuestro entorno familiar y nuestra productividad, en respuesta al principio de que “quien mira hacia afuera duerme, y quien mira hacia dentro despierta” Carl Jung) .

Te pregunto para que te lo contestes de la manera más honesta: ¿Eres una persona feliz?